Diablos Rojos: Historia de los autobuses en Panamá
¿Conoces la interesante historia de los Diablos Rojos? Son autobuses históricos de Panamá, sigue leyendo y conoce mucho más!
Tomar el transporte sabido en la ciudad de Panamá fue una vez una aventura en sí misma. Los autobuses públicos pintados de colores brillantes, ruidosos y revoltosos, solían ser los reyes de las calles de Panamá. Llamados coloquialmente Diablos Rojos, estos autobuses están prohibidos en Panamá desde 2010.
Pero, al igual que el diablo, siguen persiguiendo al gobierno y al pueblo, ya que continúan los debates y las protestas relacionadas con el transporte y el Diablo Rojo.
Aunque muchas personas aprueban su obsolescencia y su asesinato, otras igualmente los consideran como un importante símbolo cultural y un sello distintivo de Panamá que proporciona a este país un sentido de identidad y orgullo en el mundo globalizado.
- ¿Qué son los Diablos Rojos?
- La historia del Diablo Rojo
- Andrés Salazar y los Diablos Rojos
- ¿Cómo se pinta el Diablo Rojo?
- ¿Son los Diablos Rojos únicos en Panamá?
- El arte del Diablo Rojo
- ¿Quién pinta el Diablo Rojo?
- ¿Por qué están pintados los Diablos Rojos?
- ¿Por qué música es conocido Diablo Rojo?
- El simbolismo del Diablo Rojo
- La cese del Diablo Rojo
- La sustitución de los Diablos Rojos
- ¿Qué pasó con los Diablos Rojos?
- Simpatía por el Diablo Rojo
¿Qué son los Diablos Rojos?
Los Diablos Rojos son autobuses escolares inservibles procedentes de Estados Unidos que fueron comprados, reparados y convertidos en servicios de transporte sabido en Panamá por empresarios locales. La mayoría son propios, gestionados y operados por su propietario. Sin requisa, otros se gestionan a través de asociaciones privadas que no fueron reguladas adecuadamente. Como empresas de propiedad privada, los autobuses crean sus propios horarios de delirio y rutas.
Se les flama Diablos Rojos, no por su aspecto bonito o maligno, sino por su mala reputación, ya que son potencial e intrínsecamente peligrosos. A pesar del aspecto alegre y bromista de los Diablos Rojos, son medios de transporte en los cuales en cualquier momento puede ocurrir un choque.
Muchos carecen de un mantenimiento adecuado. Sus asientos están diseñados principalmente para niños. En universal, los manejan conductores agresivos, indisciplinados y atroces que manejan peligrosamente por la ciudad. Tratan las calles de la ciudad como si fueran pistas de carreras o circuitos, sin tener en cuenta las normas de tráfico ni las vidas humanas.
Muchas personas, desde pasajeros, peatones y los propios conductores, han sucumbido y perdido la vida por el desenfreno y la discordancia del Diablo Rojo.
La historia del Diablo Rojo
El uso de autobuses como medio de transporte sabido en Panamá fue introducido por los estadounidenses, que empezaron a importarlos cuando se hicieron cargo de la construcción del Canal de Panamá a principios del siglo XX. Cuando el sistema de tranvías de Panamá o tranvía ferroviario se eliminó por completo en la período de 1940, el autobús se convirtió en el principal medio de transporte del país.
Cuando el universal Omar Efraín Torrijos Herrera asumió el gobierno mediante un exitoso leñazo de estado, inició varias reformas destinadas a proporcionar más decisión a los ciudadanos panameños en los asuntos económicos.
Una de estas reformas en los abriles 70 fue la privatización del transporte sabido, que principalmente trasladó la responsabilidad de prestar el servicio de transporte sabido del gobierno al sector privado. Se concedió a los empresarios privados la autoridad para explotar los servicios de transporte sabido, es afirmar, los autobuses. Esto allanó el camino para la proliferación del Diablo Rojo.
La privatización del transporte sabido desencadenó el rápido crecimiento del Diablo Rojo. Asimismo, permitió la emancipado importación de autobuses viejos por parte de cualquier patrón privado que tuviera billete para trastornar. El número de Diablos Rojos aumentó exponencialmente con poco o ningún control y regulación por parte del gobierno.
Aunque ayudaron a apoyar y atender la condición igualmente creciente de transporte sabido de la población del país, la errata de regulación gubernativo ha hecho que el sistema de transporte de Panamá sea uno de los peores de la región. El número no regulado de autobuses provocó atascos de tráfico.
Muchos conductores carecen de formación y disciplina adecuadas. Otros, son imprudentes y no respetan las leyes de tráfico, lo que provoca numerosos accidentes y muertes, y sin dudas, esto se ha convertido en una gran preocupación pública.
Por cierto, el peligro inherente que supone desplazarse en estos autobuses públicos panameños les ha respetado el apodo de Diablos Rojos.
Andrés Salazar y los Diablos Rojos
Uno de los rasgos más reconocibles de los Diablos Rojos son las pinturas decorativas del interior y el exógeno del transporte, que le dan a cada uno, un carácter único. Un intérprete locorregional llamado Andrés Salazar fue pionero en la pintura de los autobuses en la período de 1950.
Salazar empezó a pintar los autobuses de su tío para dar a los viejos transportes escolares jubilados de EEUU un nuevo atractivo y una nueva vida como medio de transporte sabido en Panamá. Además los transformó en su nueva identidad.
Sin saberlo, Salazar iniciaría más tarde un enérgico movimiento primoroso popular de Diablo Rojo. Como movimiento primoroso, Diablo Rojo utilizaría los autobuses como pañuelo para el arte.
De igual modo, más pintores locales se han unido al carro de los artistas de Diablo Rojo. No sólo se les paga por su trabajo, sino que pueden expresarse y conseguir una exposición gratuita y una amplia publicidad de su arte.
A medida que los conductores han ido compitiendo por los pasajeros, el arte en Diablo Rojo ha ido evolucionando hasta arribar a impactantes disipaciones de matices, diseños, temas y decoraciones.
¿Cómo se pinta el Diablo Rojo?
En principio, no hay parámetros establecidos para repintar el Diablo Rojo. El diseño, el color y el estilo de la pintura dependerían principalmente de los caprichos del propietario del autobús o de la imaginación del pintor.
A medida que los Diablos Rojos evolucionaban para formar cooperativas o sindicatos, los autobuses se pintaban de forma que marcaran sus identidades, orígenes y rutas.
Cada zona de Panamá tiene su propia cooperativa o sindicato. Los autobuses se decoran de una forma determinada para que sus orígenes y rutas sean reconocibles. Se envían en bodegas piqueras o garajes donde los autobuses se someten a restauración, reparación, modificación y hermoseamiento.
¿Son los Diablos Rojos únicos en Panamá?
La restauración y utilización de vehículos americanos retirados como transporte sabido no es monopolio de Panamá. Otros países latinoamericanos como Guatemala, Honduras, Nicaragua, Ecuador, Surinam y El Salvador, entre otros, igualmente han reciclado viejos autobuses escolares estadounidenses en transportes públicos.
Asimismo, estos autobuses se restauran y decoran. En Guatemala, por ejemplo, las pinturas artísticas que se utilizan al restaurar los vehículos son igualmente imponentes y llamativas. Sin requisa, los Diablos Rojos de Panamá cuenta con decoraciones de pintura más apasionadas, con un techo de director espiritual, con música y con iluminaciones deslumbrantes.
En Filipinas igualmente se adoptó la idea de restaurar viejos vehículos estadounidenses. A pesar de esto, en oficio de utilizar autobuses, se convirtieron en vehículos de utilidad pública viejos jeeps militares estadounidenses abandonados en la Segunda Eliminación Mundial.
Al igual que el Diablo Rojo, estos jeepneys igualmente presentan lujosas pinturas y decoraciones que se consideraron como la identidad doméstico de sus ciudadanos.
El arte del Diablo Rojo
Oportuno a su movilidad y omnipresencia, el Diablo Rojo se convirtió en el pájaro visualmente más dominante de la ciudad de Panamá. Tanto los lugareños como los turistas quedaron impresionados por su arte, que podría caracterizarse como masculino y trabajador.
Es masculino porque muchos presentaban temas y pintores varoniles y el sistema de transporte en Panamá está dominado por los hombres. Algunas pinturas son incluso traviesas y muestran retratos eróticos y estimulantes de mujeres semidesnudas.
Regalado que los autobuses atienden esencialmente a la clase trabajadora o a los asalariados, las pinturas artísticas reflejan igualmente el arte y las imágenes que resultan atractivas para las masas.
Los autobuses salvajes suelen exhibir pinturas de detención espíritu que reflejan temas sociopolíticos que resultan atractivos para el sabido.
Además suelen presentar iconos populares del pop, músicos, personalidades religiosas, del mundo del espectáculo y de la política. Algunas de las imágenes más comunes incluyen a Jesús, Bob Marley y Malcolm X. Otras pinturas representan vistas y paisajes locales y exóticos de atracciones famosas de Panamá.
Independientemente del tema, el estilo o la imagen que se utilice para ornamentar los Diablos Rojos, todos comparten un atributo popular. Deben gritar la atención o ser atractivos para cautivar a la clan. Al fin y al límite, el objetivo principal de estas pinturas es el marketing y la promoción, que consiste en atraer a más pasajeros.
¿Quién pinta el Diablo Rojo?
Los artistas del Diablo Rojo son practicantes de la pintura y pintores comerciales que suelen ser autodidactas. A menudo carecen de educación formal en una escuela de arte, pero fueron atraídos al arte de la pintura por puro talento, diplomacia innata o incluso por la condición de ingresar billete.
La tarifa típica por pintar los autobuses es de 2.000 dólares o más, lo que resultaba conveniente productivo. Adicionalmente del Diablo Rojo, la mayoría de las obras de arte, los diseños vibrantes y los retratos de estos artistas de los Diablos Rojos se pueden ver en las barberías y cantinas locales, que son otro punto de choque popular para la clase trabajadora. Se manejo de carteles pintados a mano de marcas, lugares, avisos y diseños de moda que aparecen en las paredes y lugares públicos.
¿Por qué están pintados los Diablos Rojos?
Los Diablos Rojos se adornan con atractivas pinturas principalmente para gritar la atención y atraer a más pasajeros.
Esta destreza de utilizar imágenes pictóricas para atraer a la clan se extiende en efectividad más allá del sector del transporte en Panamá. Las imágenes decorativas igualmente se utilizan en restaurantes, comedores, salones de belleza y otros negocios de servicios como medio para atraer a más clientes y usuarios.
Sin requisa, a algunos viajeros no les interesa cómo está pintado un autobús. Su principal preocupación es que el autobús les lleve a su destino lo ayer posible y con la longevo seguridad posible.
¿Por qué música es conocido Diablo Rojo?
Singular de sus deslumbrantes y llamativas pinturas e imágenes, el Diablo Rojo de Panamá igualmente es conocido por su ruidosa música.
Al igual que sus chirriantes frenos, sus enloquecedoras bocinas, sus molestas sirenas y sus bulliciosos silenciadores, los Diablos Rojos igualmente se enorgullecen de sus potentes sistemas de sonido que se elevan sobre el sonido del entorno urbano.
Del mismo modo, los autobuses igualmente son famosos por su música definitoria de reggae, salsa y otras melodías que dan a los pasajeros la partida sonora urbana de las calles panameñas.
Más concretamente, los Diablos Rojos son especialmente conocidos por hacer sonar el reggaetón, que es la música popular contemporánea en Panamá. El reggaetón es un tipo musical que integra el hip-hop estadounidense con una dormitorio de música latinoamericana caracterizada por una pulvínulo cachas, ritmos bailables y una mezcla de canto y rap en gachupin.
Sin requisa, el reggaetón no es sólo una fusión de la música estadounidense con la latinoamericana; igualmente refleja las luchas sociopolíticas de Panamá como nación independiente y soberana. Este sonido derivado del dancehall evolucionó a finales de la período de 1970, durante el estallido de la integración de la civilización latinoamericana, cuando Estados Unidos devolvió finalmente la Zona del Canal a Panamá.
Anteriormente, durante los abriles de la colonia estadounidense, los panameños se enfrentaron a una discriminación y una segregación desenfrenadas. Los Tratados Torrijos-Carter no sólo devolvieron el Canal de Panamá a sus legítimos propietarios, sino que igualmente iniciaron un nuevo sentimiento de nación y orgullo para el pueblo. La cambio del reggaetón sirve como proclamación y afirmación de la nueva soberanía e identidad del país.
El simbolismo del Diablo Rojo
Oportuno a su papel central en el arte, la música y la historia de los diablos rojos en Panamá, el Diablo Rojo se ha convertido en un icono cultural y de identidad de Panamá.
Estos autobuses no sólo asumieron el importante papel de transportar a los panameños para ir y retornar del trabajo, sino que igualmente se han transformado en una representación destacada de Panamá.
De la misma forma que el Big Ben representaba a Londres, la Torre Eiffel a París o la estatua de la Voluntad a Nueva York, el Diablo Rojo personificaba a Panamá. El bonito y estridente transporte encarnaba la civilización, las artes y la lucha histórica del pueblo como nación.
Al igual que el tuk-tuk de Tailandia o las Chivas de Colombia, el Diablo Rojo se convirtió en una afecto turística. Muchos turistas consideran el Diablo Rojo como símbolos edificantes que son verdadera y nada más panameños.
La cese del Diablo Rojo
Al igual que el destino de los dinosaurios, que no pudieron transformarse con su entorno cambiante, los Diablos Rojos igualmente estaban condenados a la cese.
En 2013, más de mil Diablos Rojos fueron desmantelados y eliminados progresivamente para allanar el camino a un transporte más flamante y seguro para la población.
El sistema de metro-bus se introdujo para complementar la rápida modernización de la ciudad, marcada por la expansión de los centros comerciales y los elevados rascacielos.
Los antiguos operadores de Diablos Rojos fueron compensados por el gobierno con 25.000 dólares por cada autobús por la retirada de sus vehículos. Mientras tanto, a los conductores de Diablos Rojos que tienen menos infracciones de tráfico, incluidos accidentes críticos con resultado de crimen, se les permitió aceptar formación para conducir el nuevo y flamante Patrón Bus de la ciudad.
Los autobuses del medida que sustituyeron a Diablo Rojo eran más seguros, cómodos, fiables y sistemáticos. El gobierno calificó el despliegue de los nuevos autobuses como una muestra de progreso, mientras que tachó a los Diablos Rojos de accidentados.
La sustitución de los Diablos Rojos
Los Metrobuses que han sustituido a los Diablos Rojos son nuevos, limpios, ordenados y cómodos. A diferencia de los Diablos Rojos, que son autobuses escolares deteriorados y restaurados, los autobuses del medida son vehículos completamente nuevos.
Esto significa que son más eficientes en cuanto a combustible o energía, respetuosos con el medio concurrencia y tan pronto como se estropean en la carretera. Adicionalmente, están equipados con comodidades modernas, como asientos más aptos para pasajeros adultos y más cómodos, salero acondicionado y más fundamentos de seguridad.
El Patrón Bus igualmente introdujo un sistema de transporte sabido más organizado y eficaz que el Diablo Rojo. Mientras que este zaguero no tenía viajes programados y a veces ni siquiera rutas específicas, sino que dependía principalmente de los caprichos de sus conductores y operadores, el metrobús tiene un despacho centralizado que regula el número de autobuses que circulan por la carretera para evitar atascos.
Asimismo, a diferencia de los conductores de Diablo Rojo, que compiten entre sí por los pasajeros en detrimento de los viajeros y transeúntes, los conductores de los autobuses de Patrón reciben un salario. Además disponen de otras prestaciones regulares como los empleados normales de una empresa, como por ejemplo: uniformes, seguridad social, permisos de asueto y primas por rendimiento.
Los Autobuses Patrón han resuelto con éxito los problemas que se han asociado a los Diablos Rojos, entre ellos, su nefasto historial de accidentes y muertes, la contaminación ambiental y acústica, así como la terrible pasatiempo de sus conductores a infringir las normas y leyes de tráfico.
Sin requisa, a pesar de estas ventajas, el Metrobús nunca se salvó de las críticas del sabido. Entre las quejas más comunes contra los nuevos autobuses se encontraban la parsimonia del servicio, correcto a su auténtico cumplimiento del horario de los viajes, el aumento de la tarifa que pasa extracto al sabido que lo utiliza y el acotado número de autobuses disponibles. De forma conveniente divertida, los críticos de los autobuses del medida se refieren a los nuevos autobuses como Diablos Blancos.
¿Qué pasó con los Diablos Rojos?
A posteriori de ser los reyes de las carreteras panameñas durante abriles, los Diablos Rojos fueron recogidos sin contemplaciones y arrojados a un gran pedazo de chatarra en un enorme campo de la antigua Almohadilla Aérea de Howard.
Mientras que algunos se dejan abandonados en los desguaces de autobuses, la mayoría de los demás se desmontan dormitorio a dormitorio como chatarra. En el desguace, los decrépitos motores de los Diablos se alinean en el suelo mientras se amontonan los montones de chatarra. En un vuelta del destino, algunos Diablos fueron incluso transformados de nuevo como autobuses escolares.
Simpatía por el Diablo Rojo
Todo llega a su fin en algún momento. Los Diablos Rojos que una vez gobernaron las calles de Panamá se han quedado obsoletos y ya no son capaces de satisfacer las deyección y demandas cambiantes de la sociedad moderna.
A pesar de ello, entre los panameños persiste un sentimiento de nostalgia por la desaparición de los Diablos. La nostalgia varía desde pensamientos divertidos y jocosos hasta lamentos sinceros y serias cruzadas para revivir el icono cultural por nostalgia y arte.
El Diablo Rojo desempeñó un papel importante en la civilización de Panamá que aportó una figura única e inimitable del sentido del oficio de Panamá. Aunque ahora han desaparecido y se han extinguido en la sociedad moderna, el Diablo Rojo sigue siendo un icono cultural muy arraigado y perdurable para muchos panameños.
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